Fucsia es el color de los tejidos latinoamericanos. El tinte se obtiene de un insecto autóctono de América Latina, y del naranja al marrón vira a múltiples tonalidades de rojo pasando por un exclusivo rosado intenso. Colón lo llevó a Europa como prueba de la otredad de este continente. Fucsia fue el color con el que Frida Kahlo shockeó a Elsa Schiaparelli. Fucsia es identidad 100%. PIENSA EN FUCSIA

lunes, 12 de octubre de 2015

Ñandutí: el bordado de Tenerife en América



-Te quiero mostrar algo precioso, Coqui, que no se usa tanto en decoración como se podría.
-¿Qué es?
- Ah...veremos veremos y después
-No seas mala conmigo, Clarisa. Ya me pusiste ansiosa. ¡Sabés que soy muy curiosa!
-Bueno, aguantame un poquito que te cuento. En octubre del 2012, una labor de tejido latinoamericano estaba siendo documentada por una japonesa. Kumiko Kuno, que así se llama ella, durante una estadía no muy larga por aquí buscó profes para aprender esto que se hace sólo acá en Sud América y que tanto le gustaba.
-Ajáaaaaaaaaaaaaaaaaaa . ¿Pero de qué se trata?
-Del nhanduí.
-¿Del qué?
- Se lo comenzó a llamar Nhandutí  refiriéndose al tejido de una araña. Se trata del encaje americano por excelencia, realizado desde el siglo dieciocho a aguja en Paraguay. Encrucijada de dos mundos, el bordado de Tenerife, americanizado, se enseñaba por tradición oral, pero con paciencia oriental y jamás doblegada por ningún origami, Kumiko buscó en Buenos Aires hasta que dió con el taller "Guaraní Porã", y fue tomando apuntes y dibujando los pasos de esta técnica de tejido trasmitida en Buenos Aires por Dina Mereles y Antolín.
-Mmmmmmm ¡Interesante! ¿Tan lindo es como para tomarse el trabajo?






-Ya vas a ver. Ella le dió registro gráfico y entonces otras alumnas de Dina y Antolín colaboraron con la edición de un libro para que este cuaderno pudiera ser dado a conocer en lengua española.
-¿Finalmente se editaron las notas!
- Por supuesto. El cuaderno se llama ÑANDUTI. Pero se lo conoce como "Cuaderno Kumiko".




-¡Ah, qué increíble!
-Y...sí Coqui. Lo más increíble es que esta labor femenina tradicional del Paraguay es la adaptación guaraní del encaje de Tenerife, o sea que es producto del mestizaje cultural. En el Nuevo Mundo se modificó un poco la técnica y se lo llamó nhandutí (ñandutí o tela de araña en guaraní).





-¿Y por qué?
- Porque eso es lo que parece. Sostenido por un bastidor que lo tensa, este tejido combina dos elementos: una trama y una urdimbre radiada, que luego se teje a una aguja sobre ésta formando motivos circulares. ¿Ves?














-Qué lindo!



- Flores, palmas, soles, ruedas, estrellas, cribos o pájaros se tejen con los mismos puntos que en los encajes de Tenerife: zurcido y filet, aunque menos cargados. Una vez terminado, es lavado y almidonado con harina de mandioca, y se corta el lienzo que sirvió de base a las puntadas de los rayos.
-¡La verdad es que es muy decorativoooo!




-Antes era una labor de deshilado, Coqui, pero ahora se crean nuevas urdimbres sobre el lienzo que sirve de base.
-No sabía que te gustaban tanto las labores femeninas.
-Bueno, en realidad, me gustan mucho todas las labores de aguja: tejido y bordado.
Por eso valor esto que para la tejedora es un acto que se repite pero convoca a la imaginación: la técnica y los motivos se aprenden, pero la composición es un acto creativo.



-Mirá vos. ¿Y cómo lo conociste?
- Lo veía en las casas, de chica. Carpetas, manteles, cortinas... Era el recuerdo que traían los viajeros de Paraguay.











Luego supe que el ñandutí llegó a Argentina desde Asunción y en la Provincia de Santa Fé se transformó en una industria artesanal de tejidos, hilados y bordados. Produjo ñandutí también en Chaco, Formosa, Buenos Aires y Corrientes, sobre todo en Goya y Curuzú Cuatiá, pero se distingue el ñandutí del Paraguay, fundamentalmente de Itagua, Carapeguá, Guarambare y Pirayu.
- Podríamos ir a buscar unos ñandutís a Entre Ríos o Corrientes, ¿no Clari? A mí se me estan ocurriendo cosas que pueden hacerse para decorar la casa.








- ¡Excelente idea! Actualmente, un convenio entre el Instituto Paraguayo de Artesanía, la Asociación Dentelles de París y la Coordinadora de artesanas tejedoras de ñandutí de Itauguá llevó este sutil encaje a Francia y desde allí a Europa. Te tomo la palabra, antes que se lo lleven del todo. ¡No me digas que esta pollera no es maravillosa!





-Ja, ja, ja. Cierto. Pero espero que no se lo lleven todo a Europa, Clarisa. Siempre quedarán tejedoras acá.
- Sí. Pero no sé si les podremos pagar! Mejor aprovechemos ya. Y de paso hacemos un poco de turismo.
-O.k. Tomo tu palabra Coqui.


domingo, 4 de octubre de 2015

Problemas de alcoba (las piruetas de la simetría).

 


Socorrrrrrooooooooooooooo! ¡Qué difícil!¡Creo que tengo problemas matrimoniales, Coqui!
- ¿Qué decís, Clari? ¿No estabas muy contenta y estrenando casa nueva?
-Sí, sí, pero me siento mal, no sé... La pared del dormitorio donde apoya el cabecero, Coqui...
-¿Tuviste problemas de humedad?
-¡No seas cínica! La única humedad que tengo es que estuve llorando un día entero.
-¿Porqué...?





-¡No nos ponemos de acuerdo. Roberto quiere poner un cuadro, un rosario, otro color en esa pared.... Nada que sea inspirador!
- Al olmo, peras no le pidas, Clarisa. Rober es un obsesivo grave: un tipo correcto, preciso, ordenado, hiperlegal... ¡Difícil que sea original!




-¿Y qué hago?
-Mirá: no vamos a pedirle a Rober que sea tan snob como Pierre Cardin y su Palais Bubble.
-Preferiría
-No delires. Vas a tener que negociar.
-Siglos necesitaría, Coqui, con sus eternas dudas...
-Yo te voy a dar los tips. No te preocupes.
-¿Tips para neutralizar a un obsesivo? Me interesan ¿Recién mañana nos vemos?
-Sí. Preparate para aprender.
-Como un soldado, Coqui.




Ja, qué fácil la hace Clarisa. ¡Me deja a mí el problema para que yo se lo resuelva! Aunque el de ella no es de marido, como el de Doris Day en "Problemas de alcoba": ¡es de canas verdes! Y no se resuelve con acomodar los muebles del dormitorio con el esmero con que se decora una habitación difícil -como ésta tipo pasillo-. No, no.
Clarisa está desubicada, porque su problema es de pareja. Su marido nunca termina de decidirse y no puede optar entre dos colores, dos lámparas, dos posiciones de la cama, dos acolchados...  Ella no sabe qué quiere pero a cada discusión agrega dos almohadones para sentirse menos incómoda. Y allí está el error. Corre el riesgo de limar inútilmente asperezas y lograr algo tan neutro -pasa en muchos matrimonios- como aburrido. Y que la disposición de los muebles sea rígida y no ayude, like this: 




¿Ves?
-No me gusta!!! Esto no quiero!
-Es demasiado impersonal. Pero esto es lo más fácil de lograr. Lo común, diría. Lo que se ve en todas las casas.
-Coqui, estoy desesperada. Gracias por ocuparte.
-Hoy estas blandita conmigo. Empecemos por el principio, Clarisa, o sea, por lo que es innegociable, no importa con quien estes durmiendo.
-¿Me vas a dar un sermón sobre la pareja?
-Hablo de la cama, Clarisa. Lo quieras o no, es el punto focal del dormitorio.
-Ah! sí, si, claro.
-Y más vale tratarla como amerita. De lo contrario, la primera impresión caerá abruptamente. Y ese punto focal depende, en el dormitorio, de la simetría. Lo doble requiere si-me-trí-a. Mirá qué dormitorio armónico:




-Ayyyyyyyyyyyyy! ¡Muy lindo, pero es imposible que nosotros dos seamos tan simétricos! Y que como él duda yo no termine eligiendo y entonces él me responsabilice por los resultados "asimétricos" con su "gusto". ¿Te das cuenta del desequilibrio?
-¡OBVIO!
-Pues a mí se me fue la creatividad, la líbido, y la simetría, que resuelve el desequilibrio casi sin excepciones... ¡aún entre las personas!
-¿Y cómo querés que una cama doble, que desde su origen es simétrica, soporte la asimetría matrimonial no resuelta sin "hacer ruido"?  Hay simetrías necesarias, como esa relación de dos que es la pareja:





-En ese sentido... esta es una simetría muy bien lograda y apenas "rota" por pequeñas diferencias: mesitas de luz, que no son tales y que sostienen distintos objetos. En una de ellas una lámpara importante, en la otra esculturas étnicas. Sobre la banqueta a los pies de la cama, también una bandeja con tetera y tazas, colocada en uno de sus extremos.
-Sí, pero la simetría... ¡es evidente!
-Porque la cabecera esta muy marcada por ese quillango, las almohadas, la banqueta a los pies cuyo tapiz refuerza los colores del quillango de la pared. Nadie podría decir que este dormitorio sea aburrido aunque la disposición de este dormitorio es bien clásica. Y mucho menos que no se sabe cual es el punto focal...





-¡No me gusta, Coqui! Esta simetría forzada corrige una enorme asimetría arquitectónica.
-Magnífica metáfora de lo que es un matrimonio, Clarisa: dos partes desiguales se equilibran gracias a un montón de compromisos y transacciones entre ambas.
-Mmmmmmm!
-La simetría a un lado y otro de un eje se llama axial.
-¿Entonces yo y Rober perdimos la simetría axial?
-No sé Clari. No soy consultora sentimental. No nos desviemos del tema.
-Creí que estabamos en tema.
-Ufffff......





-¡Qué lindo! ¡Aquí hay mano de artista!
-Yo diría muchas manos de artista: primero, del pintor del maravilloso biombo chino, después la de Maurizio Tempestini, quien en 1960 diseñó este par de veladores brutalistas, las Rocks-Lamps producidas por Laurel Company.
-¿Es para tanto?
-¡Son una obra de arte! ¡Sin ser una el revés de la otra, son simétricas también!



Pair of Maurizio Tempestini Brutalist Rock Lamps

-¡Cierto!
-Tercer artista: la persona que los puso allí como si fueran parte del biombo. Parecen troncos de cortezas marcadas.
-Sí, la verdad es que el dormitorio éste es divino. Lo raro es que aquí la simetría se ve alterada por ese tronco en diagonal...
-No exactamente Clarisa. Esa pintura podría partirse en dos mitades exactamente contrapuestas: llena y vacía, lo cual haría una simetría de opuestos.
-¡Interesante! O sea que aún negociando no hay porqué dejar de ser cada uno, ¿no?





-Así debería ser. Mirá acá: una alcoba llena de problemas.
-No los veo.
-Mejorados, disimulados, con el altísimo respaldar tapizado... ¡Las molduras! Esas molduras en las paredes que achican la interminable longitud de la pared de la cabecera, mientras que ese respaldo tan alto hace olvidar el ancho!!!!! Entre molduras y respaldo se corrige la desproporción de este dormitorio, o de esta pared que evidentemente es el "punto focal".
-Ajá, ¡qué astucia!






-La deco esta llena de astucias. Acá la enorme pared de la cabecera se "llena" de formas.
-¿Cómo?
-Sí. La profusión de las formas es muy "llenadora". Fijate que no hay más que una cabecera muy barroca, las pantallas de los veladores que repiten esa forma piramidal, ¡lás lámparas colgantes aún la repiten!
-¡Sin cuadros ni crucifijos!
-Así es. Cuando tenés formas tan complejas es interesante que el resto de los accesorios acompañen.
-¡Isomorfismo se llama eso?
-¡Muy bien! Si estudiás un poco las fotografías, también hay una simetría entre cabeceras y pie de la cama, muy notoria y bien lograda en el primero de todos los dormitorios, pero mirá bien, mirá y vas a descubrirla. Acá abajo, al revés que en la anterior, las verticales del machimbre de madera amarilla se compensan con el respaldar ancho y bajo, las mesitas de noche, que guardan esa proporción más larga que alta...
- ¡Cuantas astucias!





-No creerías que decorar era agrupar cosas bonitas, ¿no?
-Y.....sí.
-NO
- Otra forma de fácil de crear un punto focal en una pared uniforme. Y muy pequeña. Dar profundidad a la cama y las mesitas de noche mediante los nichos confeccionados ad hoc.
-¿Ad-hoc?


Por Jean Luis Denoit en Rue de Lille, Paris.

- Un poco de volumen que otorga sombras y por lo tanto textura a un dormitorio muy pequeño y muy uniforme.
-Sí. Pero todo parece entrar con calzador.
-Sí. Pero ya no esta todo dentro de una caja de zapatos.
-No, es cierto. Esta parece de bombones.
-¡Clarisa!
-¡Bueno! Me gusta más la de abajo






-Ótra habitación muy pequeña, donde se prefirió crear el punto focal por contraste de llenos y vacíos. Una cama hiperminimalista y a sus lados dos mesitas muy rococó hiper ocupadas por dos enormes lámparas y otros adornos
-¡Me encanta que tienen hipercortinitas!
-Son mesas vestidas de un modo artístico: acompañan la cama y no compiten con las mesitas delanteras de madera
-¡Qué original!
-No me interrumpas más, Clarisa. Sos hipermolesta. Las mesitas de madera son bastante pequeñas, pero continúan las superficies de apoyo para los pequeños objetos de uso cotidiano y delante de ellas y abajo hay pequeños cofres, generando una disposición telescópica que "corta" la blancura. Aunque el color blanco da una continuidad que agranda el espacio.
-¡Qué grande el inventor de esto!





-¿Qué inventor? El creador. Esta también es una habitación muy pequeña donde la cabecera de pared a pared no "achica" el espacio
-¡Pero si más chica no puede ser! ¡Mirá el tamaño de las mesitas!
-Y sin embargo hay veladores, pero fuera de ellas. ¿Viste qué ingeniosos?
-Me gustan mucho esos bordados y dibujos de cortinas y cobertor.
-A juego con la textura de la alfombra
-¿Pero no hay un sólo detalle que esté impensado?
-Quizás. Pero con ojo maestro. Nada tiene que estar al azar en un espacio tan escaso.
-¿Y en un espacio mayor?
-No creas que es fácil.  Mirá lo que tuvieron que inventar acá.



cama dosel madera color oscuro dormitorio abierto bano ideas


-¿Un baldaquino?
-Un baldaquino que forma también la cabecera de la cama con un treillage muy elaborado.
-¿Un qué?
-Enrejado, Clarisa. Había que ocupar lo más posible con lo menos posible, porque es marcado el estilo minimalista de este dormitorio.
-No me gusta.
-Ya sé que a vos el minimalismo no te gusta. ¡Pero hay que mirar y aprender!
-Entonces, profe: para lograr un buen dormitorio velas, textiles, orden, taburete delante de la cama para sentarse y cambiarse, almohadones, cabecera, confort, no son suficientes . Parece que se necesita cerebro.
-¡Qué novedad!
-Hablemos de las cortinas también Coqui, que en un dormitorio nunca son opcionales.
- Es mejor que sean dobles, unas para tamizar la luz y otras que les impidan el paso.
-O.k.
-¿Qué tipo de simetría dirías ves acá, Clarisa?



-Axial y de oposición transparente-opaco.
-¡Perfecto! Las cortinas tienen su gran papel, ¿no?
-Sí. ¿Y el color negro, Coqui, qué me decís de tanto negro en un dormitorio?
-Hay que apagar tanta luz.
-¡Ah!
- No. Digo que hay que apagar la luz. Llegó la noche. Me voy.
-¡Justo ahora que estaba empezando a divertirme!
-La seguimos otro día, Clarisa.
-O.k. Gracias Coqui. Ahora sí creo que voy a poder hacer algo bueno con mi dormitorio.
-Y despues me lo mostrás. ¿Querés?
-O.k. Así nos volvemos un poco más simétricas y no sos siempre vos la que me "enseña".
-¡No quise decir tal imposible cosa!
-Chau Coqui. ¡Demasiado narcisismo! Tomá: te lo regalo. Es justito para vos.
¡Uy!¿Se enojó?¡Ay!
  

sábado, 26 de septiembre de 2015

Una joya de la arquitectura colonial: Casa Popenoe




La Casa Popenoe, situada en la esquina suroeste de la Avenida Sur y la 6a calle Oriente de la Antigua Guatemala, es una residencia colonial reconstruida a partir de la unión y modificación de dos viviendas previas a 1762  por Venancia López, esposa del escribano real Andrés Guerra, que la adquirió en ese año. Doña Venancia levantó su casa sobre dos inmuebles construidos hacia 1650 por el presbítero Juan de Torres, quien, a su vez, los había edificado sobre la ruina de una casa perteneciente a Jacomé de Piña allá por 1560.
Doña Venancia la estaba reparando cuando en 1773 sobrevino el desastre. La Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala (que así se llamaba la Antigua Guatemala) fue sacudida por una devastadora serie de terremotos conocidos como los de Santa Marta. La casa – e incluso la propia ciudad – quedaron en ruinas.
Entonces, la metrópoli, que fuera la tercera de la colonia con hermosísimas construcciones de la administración española y de comerciantes y explotadores acaudalados, cayó en sueños. 

Dorothy Hughes, arqueóloga, botánica y especialista en pastos africanos casada con Wilson Popenoe

Hasta que en la segunda década del siglo XX, Dorothy Popenoe llegó a Guatemala capital junto a su marido William Hughes, un ingeniero agrónomo de la United Fruit Company que se hizo cargo de la sede en Guatemala.  Durante sus paseos por los alerededores ambos quedaron fascinados por la historia y las ruinas de la ciudad abandonada. Redescubrieron la casa y aunque había pasado por muchas y sucesivas reformas la adquirireron. Ya era conocida como la Casa del Capuchino, por el ciprés capuchino que resistió el terremoto y aún preside el patio principal. Los Hughes comenzaron a restaurarla a partir de 1927-28 para hacer de ella un modelo de la casa colonial en la zona.

El capuchino continúa en pie en el patio principal, rico en ornamentción y con encantadores almacigos de plantas y flores.

Las puertas interiores, ventanas, tejados, puerta cancel, tiradores, y muchos otros detalles faltaban, y fueron pacientemente hallados y comprados en lugares vecinos. Cuando Dorothy falleció, en 1932  la decoración de la casa fue continuada hasta los años 50 por la segunda esposa de Wilson, Helen Barsaloux, quien compró y coleccionó con gran dedicación muebles antiguos en los alrededores de Antigua. El resultado es una interesante y ajustada  ambientación de época. Actualmente funciona en la casa, por donación de los herederos Popenoe, la universidad Francisco Marroquin.





Gran hall de entrada


El arte religioso acompaña todo el recorrido interior de la casa,con mayor presencia en la recepción.











En la chimenea se observan con claridad los estucados en el estilo de la colonia, hoy llamado barroco americano.










Detalle de vajilla de cobre,sobre la mesita justo a la entrada en la cocina propiamente dicha,
fotografiada por Harry Diaz


Sillones de cuero repujado y enorme colección de cacharros de cobre.






Los platos de cobre sirven de adorno para este comedor diario muy austero. Sirve de entrada a la cocina, un sitio verdaderamente interesante que se conserva con sus fogones al uso antiguo.






Vajilla de cerámica de Puebla.



Mesada izquierda



mesada derecha
Detalle de la vajilla, fotografía de Harry Diaz.


detalle de la mesada de la derecha


En la cocina que ´fue reconstruida en el más puro estilo colonial antiguo, funciona un restaurant de gastronomía tradicional guatemalteca.
 





Fotografía de Harry Diaz


Fogón en uso

Hirviendo agua, fotografía de Harry Díaz.






























La galería esta profusamente adornada y amoblada como para permanecer largos ratos frente al jardín.




Igualmente, dentro de la casa adquirida en 1930, también podemos ver algunas estructuras hidráulicas coloniales que no son originales del lugar. Así la fuente del patio y la taza de la fuente, también ubicada en el patio, que fueron adquiridas por Dorothy Popenoe en 1931 en una finca de las afueras de Antigua.
El resto de instalaciones que tenemos de 1930 ya estaban antes de esa fecha. Así, la pila de la cocina, las dos tinas, el lavadero, las otras dos pilas del lavadero y el búcaro del jardín de hierbas.A partir de aquí, podemos plantearnos el debate sobre si, además, estas pilas y tinas ya estaban in situ antes del terremoto de 1773 o si fueron construidas por los diferentes dueños e invasores que la Casa Popenoe tuvo a lo largo del siglo XIX. Tendremos ocasión de ver, en cada caso, las pruebas que nos hacen pensar que todos estos depósitos de agua ya existían antes de 1773.
A partir de aquí, podemos plantearnos el debate sobre si, además, estas pilas y tinas ya estaban in situ antes del terremoto de 1773 o si fueron construidas por los diferentes dueños e invasores que la Casa Popenoe tuvo a lo largo del siglo XIX. Tendremos ocasión de ver, en cada caso, las pruebas que nos hacen pensar que todos estos depósitos de agua ya existían antes de 1773


La pila de la casa en primer plano.


A la hora de analizar las instalaciones de época colonial, nos vamos a quedar con la parte de la casa adquirida por Wilson Popenoe en 1930, que es la organizada en torno al patio principal, el patio de la cocina, el patio del lavadero y el jardín de hierbas. Excluimos el que tradicionalmente se conoció como Sitio de Helena (y que hoy denominamos Sitio Escolástico), desde el jardín de hierbas hasta la 6ª calle Oriente, que es un añadido comprado por Wilson Popenoe en 1940.
Todo este sector fue totalmente renovado a partir de 1940 y aunque podemos observar algunas estructuras hidráulicas coloniales, como la gran pila del  jardín o el búcaro del patio del Sitio Escolástico, no se encuentran en su ubicación original, tal como atestiguan las fotografías del Archivo Popenoe

































 




La presencia de agua en el interior de una vivienda era un símbolo de estatus social elevado que, sin embargo, no impide su utilización fuera la misma que podían dar los grupos sociales más humildes, con una diferencia notable tanto en la cantidad de agua empleada, como en la frecuencia de su utilización. Así fuera el diámetro de la cañería, así se cotizaba por el agua, al margen de que este corriera o no. De modo que al dueño le interesaba tener la data siempre abierta y acumular toda el agua que pudiera, dado que pagaba por toda ella. Eso explica, por ejemplo, el gigantesco tamaño de las pilas coloniales, si las comparamos con las pilas actuales. No sólo sirven para lavar, sino también para almacenar agua.





Construida en la segunda mitad del siglo XVIII sobre estructuras del siglo XVII, la casa ha conservado, gracias a la restauración de Dorothy y Wilson Popenoe en los años 30 del siglo XX, las instalaciones hidráulicas de la Edad Moderna, tanto la entrada de aguas limpias, como, posiblemente, las salidas de aguas residuales.

















La casa tuvo su palomar, que obviamente eran su "sistema de telcomunicaciones"








Aldaba de la puerta de entrada

Diseño de la nueva puerta, ya que de ella sólo quedaban astillas, así como de los adornos de la mampostería 
Ventan en esquina, elemento arquitectónico típico de la colonia.
Las rejas de madera fueron copiadas de una importante casa vecina, y rehechas con artesanos del lugar.




La Casa Popenoe fue reconstruida en su mayor parte, algunos de los vestigios son originales del siglo XVII. Tiene valor histórico por ser una de las viviendas que todavía quedan en buen estado en La Antigua. Y tiene gran valor como museo porque el matrimonio Popenoe siempre se preocupó por adquirir muebles y objetos coloniales de tal manera que la Casa es prácticamente un museo de muebles.