-¡Un gaucho bohochic! ¡Qué ocurrencia, Clarisa!
-Creí que ibas a apreciar
-Lo estoy apreciando.... mmmmmm...mmmmuchísimo... ¡me sorprende...! Me espanta.
-Pensé que te gustaban las novedades.
-¡Ah, sí! ¡Eso sí! ¡Pero con esto..! Ni sé donde estoy parada, Clarisa.
-¿No te das cuenta? Estamos en el "Bohochic", Coqui: algo étnico, algo hippie, algo viejo y
-¿Algo azul?
-No... ¡y algo kitch!
-Entonces no es de mi agrado.
-¿Segura? Sin embargo este estilo convoca todo tipo de originalidades y libertades, posibilidades sin fin. Luis Galliussi es un exponente destacado en el mundo de este estilo.
-¿Estas hablando del gran Luis Galliussi?
-El mismo que viste y calza.
-¡¡¡Ah, bueno!!!! Ese es un fino.
-En Madrid, en Ibiza, en New York o en Buenos Aires.
-Este cordobés devenido ciudadano del mundo representa ese estilo de vida simple, plácido y un poco "vintage", en contacto con la naturaleza. con lo viejo reciclado sin desprecio de su historia...
-En suma Coqui, para decirlo sencillamente: un estilo vivo y alegre, a escala humana.
-¿Eso es para vos?
-¡Es un poeta del diseño interior, Coqui!
-Sos demasiado romántica, Clari. Yo tengo los pies bien en la tierra.
-Por eso mismo te lo estoy mostrando. Te hace falta.
-Ja ja ja. En el bohochic el mal gusto es tan imprescindible como los textiles.
-¡No es cierto, Coqui!
-Yo pienso eso.
-Luis es un gaucho bohochic de buen gusto, y tiene muchos textiles... ¡pero divinos! Tejidos en telares por manos argentinas, con lana pura y motivos autóctonos. Los usa de cuadros, de alfombras, de almohadones, de mantas...
-O.k. Acuerdo en que esos tejidos son potables.
-¡Coqui!
-Pienso eso. En cuanto a los muebles, el boho chic quiere pocos, grandes, de madera y compactos, clásicos o barrocos son los preferidos. Baúles, mimbre o ratán...peackoc chair y asientos colgantes. Y yo no le veo a tu Galliussi tanta parefernalia.
-No, pero igualmente son ítems perfectamente cumplidos por Luisito, siempre, siempre. Como prueba, acá, en esta silla "pavo real" esta su perra Kaki. Pero... ¿A qué se debe este exámen? ¿No crees en mi "ojo estético"?
-Galliussi es muy bohemio, muy chic, ¡pero no es muy expansivo!
-¿Y?
-Y entonces yo lo ubicaría en otro estilo.
-Es como nuestros gauchos, Coqui. Mirá su estudio acá arriba: tipo austero el Luis, aunque de vuelo alto. ¿Dónde viste que un argentino se vuelva exuberante? Nos vestimos de negro, detestamos
hacer el ridículo, llamar la atención y que digan que tenemos mal gusto... ¿destacarnos por lo que sobreabunda? Noooooo. Eso es un riesgo para nosotros. No nos gusta que se note que somos unos desmadrados...
-¡Cierto!
-Digo... por lo menos al primer golpe de vista...
-O.k. Acuerdo. Pero otro ítem inevitable del bohochic, Clarisa, es "muchas plantas". ¡Y si digo muchas son muuuuuchaaaaaaaaassssssss! Ese estudio tiene unas pocas ramas. Pe-la-das.
-Bueno, en eso Luis cumple: es desmadrado, pero medido. ¿Ves sobre la chimenea? El hombre usa siempre plantas, y de manera original. Mirá bien estas fotos y vas a ver Coqui, que si bien las macetas no abundan, los verdes no faltan.
-Ahá. Concedido. En la paleta de colores sí se excede un poco: tiene que ser neta, saturada, con algunos colores vibrantes entre neutros. ¡Pero lo de Luis....!
-¿No te gusta? El color en Luis es a full, de colores saturados, lindos, combinados en forma insólita, y el blanco en dosis mínimas. Se combinan en textiles suaves y femeninos con otros rústicos. profundos, un elemento básico es la incorporación de patrones en alfombras, mantas, cojines... sobre todo en el piso.
-Los telares son tendencia bohochic.
-¿Y de qué estoy hablando?
-Flecos, macramés...,
-Bueno, a él no le gusta lo cool, lo que esta de moda, lo trillado o que es tendencia.
-El arte tampoco puede faltar, Clarisa.
-Y una forma barata es con piezas étnicas y tapices, nosotros las tenemos en abundancia y muy lindas, que él sabe aprovechar muy bien para que la casa sea un espacio vivible, no fotografiable.
-¿Qué querés decir?
-Que hay gente, que hace muy buenas fotografías de su casa... pero después me dá pena sentarme en sus sillones y no sabes donde apoyar la tacita de café.
-¿Lo decís por mí?
-¿Y por quien sino?
-El bohochic también pide iluminación tenue.
-Fijate cuantas luces focales coloca, casi siempre con largos brazos direccionables.
-Sus tips son "hacer lo que da la gana, lo que sale del alma, guardar la libertad siempre, nunca perder la poesía y mantenerse lejos de las tendencias; los adornos deben tener un lazo afectivo, el que sea, mostrar una huella, un camino; ser extremada y estéticamente ordenado aunque todo parezca casual y como al azar, pero para poder hacer eso se necesita de una base pulcra y metódica."
-Sí. Él dice que no cree en las tendencias, o en lo que pasa de moda, que es mucho mas poético y romántico que todo eso.
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Es interesante el tratamiento que da a los objetos, Coqui: recuperación y dignificación, lo llama él. "Cuando algo tiene calidad en su proporción y hechura y carece de pretensión no importa de dónde sale, ni que sea de plástico o madera, caro o barato... Todos los adornos deben tener un lazo afectivo, el que sea, mostrar una huella, un camino”.
Casual pero ordenado en los típicos cajones donde en Argentina se embala la fruta, sus libros y sus rollos de cintas,
-De esos cajones también tomó idea Phillipe Stark para decorar el hotel Faena, en Puerto Madero.
-Sí, pero acá es habitual usarlos como "estantes". Aunque no tantos como para cubrir una pared.
-Interesante lo que él hace, ¿no?
-Interesante lo que él hace, ¿no?
-Cacharros autóctonos en vez de chinerías fabricadas en serie, Coqui.
-Sí. Hay que reconocer que es muy hábil el hombre.
¿Y esto? ¿Es una sillita "matera", Clarisa?
-No sé. Pero ya admitiste lo de gaucho, ¿no?
-Reconozco en estos objetos y "gusto" muchos de los objetos que se usan en el campo rioplatense.
-Sí, playas uruguayas y argentinas, ¿no?
-¡Gaucho playero el Luis!
-Y no sólo eso. Sus decoraciones urbanas son muy boho, muy chic y muy poco pretenciosas.
-¡Eso! Poco pretencioso y ya. Como el gaucho: su caballo, su poncho y ya.
-De acuerdo. Cerremos acá.
