Mesas ¡ooohhhhh!!!!!!! (el exceso siempre funciona).

-¡Hola Coqui! Tengo un problemóóón
-¡Pobrecita!
-No quiero dar lástima. ¡¡¡¡Y viene la familia de mi nuera en Navidad a comer a casa!!!!
-Ahora entiendo....
-¡Sos la única que puede ayudarme, Coqui!
-Lo creo. No te preocupes. No te libraré a tu escasez de glamour para agasajar semejante visita.
-¡Gracias Coqui!

-Ahora prestá atención:

-¡Qué es eso! ¿La mesa de Rockefeller?

-Nooooooooooo. La de Helena Rubinstein en su balcón sobre el Central Park.

-¡Yo no soy ella! ¡Ni puedo!

-Lo sé, te conozco lo suficiente. Es sólo para que tomes nota.

-¡¿¿¿¿¡¡¡¡¡¿¡¿ De qué??!!!???!!!???

-Del gran estilo: autoservicio, o lo que hoy se llama comida americana, la que se impuso en los años ´60s como "Buffet Froid".

-Ok. Tienen mucho estilo, es cierto.
-¡Esos sí fueron años de glamour y elegancia, Clarisa!
-Lo que a mí me gusta es que necesitabas menos vajilla, menos trabajo porque es todo frío, la gente se sirve por sí misma,
-peeeeeeero
-¡Siempre hay un pero!
-la presentación de los platos tiene que ser impecable. Cuanto más impecable mejor. Recordás el post "cenar a la luz de la luna"?  Allí hay algunos tips.

-¿Así, como de doña Petrona?

-Antiguo pero bonito.

-¡¡¡¡Mirá esta mesa, Coqui!!!!!!

-Demasiado sencilla, Clari. Para una fiesta hay que impactar

-Ahí yo tiembloooo: mi mesa se parecería a la de un restaurante chino tenedor libre
-¡Ay, Clarisa! ¡Qué horror!

-No te asustes. Para eso vine a pedirte consejo
-Jamás todo achatado contra el mantel: en escalera, o algunas fuentes más altas y otras no, que se luzca todo como en una hermosa vidriera. Y sino, como acá arriba, algunos comestibles alargados y dispuestos en forma vertical "levantan" bastante la imagen.
Acá abajo levantan las pilas de platos y las copas altas. No es lo mejor, perooooo...

- No queda tan mal. ¡Yo no tengo ese pie gigantesco de Helena Rubinstein para poner las fuentes y los platos como si fueran un arbolito de navidad! 

-Entonces hay que poner manos a la obra...

-¡Urgente!

-La cosa sería así: apilando platos con vasos, o tazas...

-Esto es un adorno floral,Coqui.

-Para la comida lo mismo, como hacen en los mostradores de los bares de Buenos Aires. Mirá:

- Ahá! Un poco de pegamento y otro de imaginación... ¡Me gusta, Coqui!

-Lo sabía. Ahora sí te dí un motivo para "glamourizarte"

-Cierto. Porque este "principio de composición"

-¡Vaya nombre que le pusiste a la artimaña!

-Se puede aplicar, Coqui, a toda clase de objetos domésticos: candelabros, teteras, tazas, copas, compoteras...

      

¿Ves?

-Moderate Clarisa. El exceso tiene que estar en la mesa, no en tus inventos. ¡Y combiná los colores, por favor!

-¿Cuando no lo hice?

-Ja ja ja ja ja ja ja

-¡No seas injusta, Coqui! Aunque mirá acá abajo: cuantos colores, ninguna "composición" y ¡qué linda!

-Ninguna composición pero un buen "composeé" de colores....¡aunque no de formas!

-¡Hay Coqui,, vamos! ¿Me vas a hacer la competencia?

-Si fuera por competir a esta mesa no hay cómo ganarle:

-Demasiado, Coqui.
-¡Es linda!
-Si, para Lady Grantham sí. Esto tiempos requieren sencillez, Coqui. Dejate de pavadas.

-Es simple pero muy sofisticada, muy originales los colores y bien combinados con el mantel
-Obvio: la elegí yo. Aunque ahora que me avivaste en cuanto al exceso, pienso hacer esto que me parece facilito:

Y porque me copé  con el bricollage este va a ser el postre, Coqui.

-Para postre un poco recatado. Tan creativo como vos, claramente Clarisa. Me gusta para centro de mesa al aire libre. Y luego sí, ¡a comérselo!
-Mejor no! Pelado queda muy feo, Clari. Y "vestido" es tan amoroso! Celebremos dejando al arbolito en paz, ¿te parece?
-¡Feliz Navidad!
-Lo mismo digo y suerte con tus consuegros!