Fucsia es el color de los tejidos latinoamericanos. El tinte se obtiene de un insecto autóctono de América Latina, y del naranja al marrón vira a múltiples tonalidades de rojo pasando por un exclusivo rosado intenso. Colón lo llevó a Europa como prueba de la otredad de este continente. Fucsia fue el color con el que Frida Kahlo shockeó a Elsa Schiaparelli. Fucsia es identidad 100%. PIENSA EN FUCSIA
Mostrando las entradas con la etiqueta Miles Redd. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Miles Redd. Mostrar todas las entradas

jueves, 31 de marzo de 2016

Sumá el color del techo.

-¡Qué desgracia. Tengo que pintar el techo, Coqui!
-¿Renovas tu sala?
-Sí. Y daño un poco más mi columna cervical.
-¡Ni tanto! Justo cuando tenes un buen motivo para unos dolorcitos de espalda...
-¿Dolorcitos? ¿Quedar con el cuello duro de tanto mirar hacia arriba y estirarte para dejar un techo liso, blanco y anodino es poco?
-¡Pero si un techo que diga algo es lo más!
-Ningún techo dice más que: "soy un punto final", "de aquí en adelante no hay nada", "hasta acá llegás".
-¡Derrotista! En diseño interior un techo puede ser todo lo contrario a lo que es en la vida, Clarisa.
-¿Ah, sí? ¿Y cómo?
-El techo es una superficie más a considerar para completar el diseño interior, más bien una quinta pared y no aquello con lo que tu vista se topa. Verás:


This narrow butler's pantry is adorned with an intricately painted ceiling.:


-Divino, Coqui. Apto para provocar una torticolis de 15 días de evolución. Y este no es un techo, es una bóveda. Yo no soy Caperucita Roja. ¿Quien tiene este techo en su cocina?
-No te apresures. Miralo bien. Miralo, o creeré que sí sos Caperucita.
-Lo miro:  con mirada escudriñadora, profunda, astuta... ¿Qué tengo que ver aquí, además de que es divino pero imposible?
-¡Que la bóveda es una pintura!
-¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡! ¿En serio?
-Porsu. 15 días de tortícolis. Pero vale la pena. ¿O no?
-Sí, aunque es para expertos.
-Quizás. De todos modos, donde parecía que todo era neutro y sin gracia...¡voilá!



  -Este es mejor ¡las sillas hacen juego con el techo!
-Sí. Este queda muy bien, entre la moldura y los lados "arqueados" tiene mucha profundidad. ¡Vale la pena, Clarisa!
-Ya me está doliendo el cuello.
-Jaja ja! Quiere decir que lo estas pensando.
-Y... Vayamos a algo más sencillito, por favor.




-Wooooooooooooooowwwwwwwwwwwwwwwww!!!!!!!!!!!
-Magistral. Es la casa de Billy Haines, Sunnyland. Techo del mismísimo color del piso, ambos apenas más subidos que las paredes y moldura más clara, como para mostrar "la caja". Algunos detalles y revestimientos hacen contraste dentro de la misma gama de colores. Amplio, fresco, reposado, suntuoso, sobrio, elegante.
-Sí, sí. La verdad que es fantástico. El techo del color del piso parece darle más profundidad al piso, o altura al techo... 
-Algo así. Además contribuyen los muebles, muy bajos, como "pegados" al suelo. Y después, todo parece liviano, liviano, y que no se vuela por ese techo en espejo con el piso
-Pará Coqui. ¡Qué fanática! Ya sé que el esquema monocromático es el más delicado. 
-Es que es muy muy chic
-¡No empecemos de nuevo! Más bien sigamos.
-Okey...


-Miles Redd, un maestro del color no duda aquí para nada. Un truco apropiadísimo para espacios chicos o angulosos. La uniformidad del color entre techo, paredes y muebles oculta detalles que harían de esta cocina un espacio muy sobrecargado.
-Podría ser un excelente recurso para la habitación de los chicos, siempre llena de estantes y cosas
- O para una bohardilla con mucha tirantería, o un pasillo con muchos recovecos. Borra los ángulos, las sombras, los detalles superfluos.
-Psé. No está mal. Hasta se da el lujo de colocar un punto focal en la ventana, el único descanso para la vista que hay en toda esta cocina. No hay molduras que destacar...
-¡Ninguna! Amén del verde elegido, para nada discreto. Evidentemente el gran Miles decidió que aquí el color sería todo.
-¡Y vaya que lo logró!




-Acá, un dormitorio no muy grande para semejante cama con dosel. Pero el azul es reposado, no se nota donde terminan las paredes y comienza el techo, de algún modo se borran las esquinas y entonces el dosel "entra" en una habitación ilusoriamente más grande.
-¡Tramposos!
-Y... de alguna manera, la decoración también es perspectiva, trampojo, disimulo, corrección. ¡No sólo adorno! Distinto es el techo negro, que sirve para tapar TODO. Y cuando digo todo digo humedad, vigas, cables, irregularidades en el yeso...


-¡Como aquí! Pero...¡qué lío!
-Muchas cosas en un espacio pequeño, que en este caso se "achica" al borrar límites entre paredes y techo.
-Sí. Los objetos se ven demasiado porque hacen contraste. Y además hay cierta luz cenicienta que no favorece a la habitación. Porque no olvides, Clarisa, que ningún color en la habitación se refleja más con la luz natural que el del techo.
-¡Así que hay que tener mucho cuidado con el color que se elige! Uno cálido favorece, uno frío...




-Bueno... Este techo negro esta laqueado, tiene luz propia y está impecable!
-Y acompaña de deco general, de Albert Hadley, muy medida.
-Pero no es fría, ¿viste?
-Y...¡es Hadley! "Levanta" el efecto aplastante del color con las molduras en pared y techo pintadas en blanco y las realza con un entramado que les da mucha presencia y quitan "peso" al color negro. 



-¡Ahhhh! ¡Los famosos techos negros de los años 70!
-Sí. Pero Barbara Darcy se aseguró la luminosidad con paredes, piso y muebles blancos. Porque es cierto que el negro oculta imperfecciones y "baja" los techos altos, pero hay que asegurar que su "pesadez" no se "trague" la luz. Fijate que el artefacto lumínico está cromado... es como una bola espejada.
-Veo. O sea que no es fácil. Como el blanco seguramente tampoco, ¿no?
-El blanco tampoco. Mirá


este autor desconocido.¿Qué te parece?
-Delicado
-¿Lavado?
-No, no. Sobrio
-¡Vamos Clarisa! ¡Esta habitación, además de muebles, necesita alma! Esa magnífica puerta lateral, esa escalera, hubieran creado interés. Pero de querer conservar todo el escenario blanco... ¡dar color al techo y  distinguir de ese modo las puertas y la escalera no hubiera estado nada mal!
-Puede ser...
-¿Puede ser? Mirá:



-¡Aquí el techo no tiene color! Es blanco.
-¿No es un color el blanco?
-¿?
-¡Si, así esta tratado aquí! Pequeña, irregular y "de pasaje": una habitación difícil, peor imposible.
Pero Henry Mlinaric la "viste" con el blanco de la alfombra, el sillón y el blanco del techo. El beige era necesario para darle calidez a este escritorio montado prácticamente en un pasillo. Acompaña a la madera sin estridencias. El acento, la luz y la elegancia se logran aquí con el blanco.



-En esta, de John Saladino, pasa lo mismo. Mucha elegancia, luz, sofisticación...¡y es sólo blanco!
-Sí. ¡Con todo lo demás! ¿Viste, Coqui, que el blanco del techo nunca esta sólo?
-¿Qué querés decir?
-Que en todas estas fotos, siempre hay muebles, alfombra o algo abajo que lo "refleja". En la del techo negro lo mismo. Un baúl oscuro "centra" la habitación.
-¡Ah! Sí. Sólo sería muy chocante.



-David Whitcomb lo resuelve con una mesa ratona
-¡Me encanta!
-Aún en una paleta clara y neutral como ésta, mirá los toques de blanco aquí y allá.
-¡O sea que el blanco sigue todas las reglas, como cualquier color!




-Cierto. Tiene una fama mal ganada de color facilito, yo creo que porque al reflejar la luz hace que las habitaciones luzcan luminosas, y eso ya es algo a favor.
-Bueno, pero hay techos blancos que realmente son majestuosos.



-Sí. Pero estábamos pensando en el color! 
-No te gusta
-¡Sí! Wooooooowwwwwwwwwww!
-Sevigny es un capo
-¿Y el color?
-¡Uf!
-¿Pero no era que querías hablar de los techos de color?
-Ya no lo sé.



Otro living de Sevigny. Beige en el piso y entre las vigas.
-No te distraigas. ¡Vamos al color!



-Bien. El techo azul, el opuesto de la puerta, destaca la zona de pasaje. Porque el techo pintado hace que todo lo que esta por debajo de él se note mucho más.
-Mmmm



-Billy Baldwin, master de masters. Paredes y techo laqueados
-Eso ayuda mucho. ¡Ambos reflejan la luz!
-Cierto. De hecho, él inventó, o es uno a los de los que se les atribuyen, las paredes negras laqueadas, que no son tan duras como las negras mate.
-Y otra vez, techo y piso en espejo, mismas tonalidades
-Aunque el color del techo es mucho más notorio.
-¡Queda muy lindo!



-Sí. Ese amarillo, obviamente, esta muy bien elegido. El color del techo actúa como un color de acento, igual que los almohadones, por ejemplo. Luego, están los consejos de siempre, que Hadley,
-¿El norteamericano y genial Albert Hadley?
-Si, el diseñador de esta habitación, sigue al pie de la letra.
-Sí: "La pintura de color más oscuro crea la ilusión de un techo más bajo; se prefiere para crear un ambiente más íntimo. Los colores claros, como los pasteles fríos o blancos, hacen que los techos bajos parezcan más altos y pueden ampliar una habitación que se sienta pequeña o estrecha." Los techos amarillos o crema dan luminosidad.
-Bueno, es lo que necesita esta habitación tan oscura.



-¡Y cuidado con las molduras! Pintadas del color de las paredes, las estiran hacia arriba, las hacen más altas. Del color del techo, lo amplían, bajan y hacen más ancho. En realidad, este truco agranda toda la habitación.
-Mirá acá entonces ¿bajaron el techo o agrandaron?




-Lo bajaron, lo hicieron más ancho y le dieron cierta calidez con ese gris amarronado. No me parece de todos modos una habitación muy feliz. Es bastante fría.
-Qué raro que no te guste algo mío. ¡Era un ejemplo, no más! Mejor sigamos: "para hacer que una habitación parezca más grande, elige colores claros, como lila, azul o verde para las paredes y el techo. Para crear un ambiente cálido e íntimo selecciona diferentes tonos de marrón, rojo o naranja para el techo y las paredes."




-¿Otra cosa no?
-Magnífico.
-Es que si diste "toques de color contrastante para las molduras de puerta y ventanas, pintá la moldura de techo en ese color. Enlazará el color de contraste del suelo al techo y lucirá especialmente bien".
-Se nota, señorita burlona. Me quedo con esta idea, que me encanta para mis pisos de madera, Coqui. Gracias!
-¿Cómo? ¿Ya terminamos?
-Tenías razón Coqui: la pintura del techo suma. Y cuando tenés razón, esta todo dicho y terminamos. ¿No es así?










domingo, 5 de julio de 2015

Cortinados Haute Couture



 

-Hola ¿Coqui? ¡Qué alivio, estás!
-¿Me necesitabas?
-¡Necesito ideas! luz para mis difíciles, pequeñas y mal ubicadas ventanas. Porfi!
Sí, no sonrían con malicia. Otra vez tuve que acudir a mi amiga aguafiestas, que ahora me contiene:
- "Don´t worry, las  ventanas no nacen, se hacen".
¿A Coqui le gusta el misterio?
-No me mires con esa cara, Clarisa. ¡Se hacen con cortinas! como un vestido al cuerpo.
-Ah! sí sí, claaaaaaro! Mis ventanas SON, ¡no se hacen! Jamás pensé que como "interior-designer" -a ella le gusta que la llame así-  me darías una solución "alta costura".
-Haute couture, querida. La decoración disimula, corrige o mejora lo que el constructor NI imagina. Es más: ¡hay cortinas que no son tales sino tiras de tela bien distribuida!



 
 
 

¿Cortinas que no se deslizan o no tienen su ventana? Me muerdo la lengua. Pienso, luego dejo de existir -para no morir o matarla-, y ensayo una diplomacia mínima:
-Hummmm... "Por más que la mona se vista de seda..."
-¡Vestida de seda es mucho más mona, Clarisa! ¡Una mona puede hacer monerías para verse más monona... pero las ventanas no! Aunque tienen dueño. Las ventanas son como sus ojos: el palpitante espejo del alma del dueño de casa. Hay que embellecerlas, hacerlas sugestivas, elegantes, seductoras... ¡Metros de tela bien elegida pueden con la arquitectura de una casa!

 
 

-¡Como cuando te pintas las persianas!, digo: las pestañas.
-Vamos de nuevo: las ventanas son los ojos de la casa. ¿sí? Las cortinas podrían ser sus párpados. Los párpados enmarcan los ojos, o sea el alma, el espíritu del hogar. ¿Ok? Los ojos se protegen igual con las cortinas cuando querés que se vea o que no entre alguien... al alma.... y se siente un hogar, o no... Si el alma esta cerrada ... ¿vas tomando nota?
-¿?
-¿Y tu sentido del humor, Clarisa?


 

-¡NOOoooooooooooooo! ¿Qué pasó? Esta foto esta equivocada, Clarisa
-Ja jajjjaaaa Fuí yo. ¡Vos no tenés respeto de las cosas y abusás de las trasposiciones, Coqui! ¿Pensás que las cortinas son para jugar y hacer magia? Bueno: acá tenés.
-¡Ahaaaaaaaá!


Salón de estar, Jacques Grange

-Woooooooooooow!
-Haute Couture, querida. Jacques Grange. Puso tres cortinas distintas en un ambiente muy simétrico. Porque además, la importancia de sus dos ventanas enfrentadas lo obligó a crear un punto focal central.
-¡Justo en la ventana más chica!
-Sí. Grange invirtió esa desventaja vistiendo de terciopelo marrón ambos lados de unas columnas salomónicas que la enmarcan, y además le puso una vistosa cortina romana. A la ventana de la izquierda le puso otra cortina romana igual a la anterior, pero con una ancha cenefa marrón. Mientras que la ventana de la derecha tiene una barra horizontal a media altura de la que caen verticales los pliegues de organza. ¿Ves cómo controla a la izquierda la luz que viene de arriba y a la derecha tapa la iluminación que viene de frente?
-¡Un capo! O sea que los cortinados dan estilo y aunque representan un ítem muy caro en la decoración, vale la pena invertir, ¿no?
-Por supuesto. Los grandes decoradores lo saben a la letra y usan todos los recursos para eso. Aunque la forma de la ventana y la ornamentación de la sala determinan las cortinas. Mirá cuanto tenés para vestir una ventana:



 
 

-¡Uy, me mareo! ¡Cuantos metros!
-Y... si querés que quede bien fruncida, tenes que usar entre 2,5 y 3 metros de tela por metro de ancho en la ventana.






¿Esta solución es similar a la de Grange, no Coqui?
-Sí! Las cortinas de enrollar "producen" las ventanas de los costados. Y acá tenés a otro grande: Miles Redd.



 
Él colocó unas cenefas exageradas a las ventanas, y así creó ese marco blanco a los visillos. No sólo modera la brillante luz natural sino que da a las ventanas unas curvas bien ribeteadas que acompañan a los sillones. Porque en la arquitectura de este cuarto no hay una sóla moldura que haga pensar en estilo. ¡Él puso estilo a las ventanas!
-Un poco chinas me parecen
-Quizás. Pero sin esas cenefas esta habitación sería de lo más común.





Otro monstruo de la deco: Anthony Hail. Bajó los visillos de esta ventana desde el techo como si fueran una continuación de las paredes. Este escritorio está en lo que pudo haber sido un balcón por ejemplo, o un posterior agregado en la construcción.
-No se nota.
-Siguió con el empapelado de la habitación. Buscó tela y empapelado iguales para dar continuidad. El biombo desaparece, entelado con el mismo motivo. Quizás haya detrás algo que debía sí o sí  tapar.





-¡Ya veo! Este hubiera sido un dormitorio casi al aire libre si no fuera por las visillos y las cortinas!
-Exacto. Combinar cortinas tupidas con visillos muy ligeros es perfecto para conseguir dormitorios serenos y con intimidad. Si querés luz por la mañana descorrés las cortinas tupidas y ¡ya está!
-Ahá. ¿Entonces con mucha luz natural, es mejor elegir cortinas dobles o con visillos, tejidos tupidos o sobrecortinas?
-¡Obvio! No sólo en dormitorios. El asunto es encontrar la funcionalidad que queremos darle a cada ventana y a partir de ahí decidir qué cortinas usar. Y por supuesto, no cometer errores al colocarlas. En ventanas con doble cortina, cortinajes forrados con muletón o combinaciones de caída y visillo, las abrazaderas (tiras, cordones o broches que sujetan la cortina) recogen la tela y crean efecto.




De ordinario en salas y dormitorios las cortinas deben llegar hasta el suelo, son más elegantes, si arrastran lo son aún más.




 
 
 
-¿Vos dijiste que tenés ventanas chicas, no?
-Yes
-O.k. En ese caso: toda cortina se cuelga a una altura lo más cercana al techo que se puede. 
-Pero queda descubierta la pared entre el techo y la parte superior de la ventana que...
-¡Chito!
 
 
 
 
  
 
-Ese descubierto se cubre con una cenefa, como ves acá arriba. Si todavía queda mucho espacio descubierto podés poner una cortinas de enrollar que bajen hasta donde comienza la ventana. Con eso ya le diste una altura que no tenía.
-Ahá. Como en el dibujo
-Sí. También te muestra que las cortinas DEBEN llegar al suelo o pasarlo un poco. Jamais más arriba.
-¿Yamé?
-Jamais, Clarisa.
-¿Y cuando lisas, cuando estampadas?
-Los estampados animan grandes estancias, si el dibujo guarda proporción con el espacio (el estampado debe apreciarse bien). Las cortinas lisas son ideales para estancias pequeñas porque no turban la vista. También pueden combinarse los motivos, como acá:




-¡Qué coquetería, Coqui!
-¿Ves cómo ese espacio entre la ventana y el techo aquí se aprovecha para dar todos esos toques "haute couture" de que te hablé? Los flecos finales de la cenefa son un detalle exquisito y producen otra franja horizontal que ayuda a achicar ese espacio. Luego esta el visillo, sus pliegues...
-¡Fantástico!
-Y esas elegantísimas cortinas tableadas que no tienen igual.





-Y la luz de la ventana aparece mucho más abajo de la puerta.
-Así es. Podría ser una venttana muy chica. Porque los lados de la cortina pueden estar bien al borde dejando todo el ancho de la ventana libre.
-¡Y desapareció la ventana chica! Lástima que es demasiado cara para aplicarla en toda la casa.
-Bueno, ya ahorrarás en otras partes de la casa. Podés lucirte igual sin gastar tanto. Los alzapaños, abrasaderas y cordones levantan el estilo con borlas, pasamanería, flecos o algún colgante de cuentas. Para correr cortinas colgadas de anillas, optá por vistosos arrastres de metal o madera.



Porque en ventanas de cocina, baños, zonas de servicios, zonas rústicas, ventanas pequeñas, cuartos infantiles y algunos casos especiales, las cortinas deben ser del tamaño de la ventana, tipo visillo. Son mucho más baratass y la solución donde falta luz, confeccionadas con vaporosas muselinas, voiles, organzas…mejor de color blanco, que expande la claridad; en tonos amarillos, crea efecto de luz solar.Tenés muchos recursos para vestir estas ventanas:



-¡Uff! ¡Cuanta cosa!
-Pero útil. Vas a ver:




-¡Qué antigüedad!
-Cierto. Aunque es de los años 40-50 tiene su encanto. Y ¿ves cómo todos esos recursos de que te hablé se adaptan a esta difícil ventana guillotina, muy muy ancha, sobre una mesa que no permite grandes cortinas? Acá un composeé de organza lisa en las cortinas recogidas y sus volados, mientras que hay organza estampada en los alzapaños y en los visillos. ¡Por otra parte, la cornisa superior con volutas, obliga a un arreglo romántico!
-No está mal. ¿Pero no es demasiado?
-Para nada. Las cortinas recogidas interrumpen el larquísimo visillo y recuerdan la altura que tiene la ventana. Y además los alzapaños permiten hacer cosas como esta:




-¡Qué diferencia variando la altura, Coqui!
-Ahá. Unas lindas cortinas también son cuestión de ojo y creatividad.


 

-¡Muy coqueta y no tan práctica, Coqui!
-Quizás. Pero ves de qué se trata, ¿no? Cualquier hipermercado vende esas cortinas enrollables que podés adaptar perfectamente. Lo que quiero mostrarte son soluciones más personalizadas o para espacios más difíciles. Esta es una pequeña ventana de dos hojas. Así que estos primorosos visillos bordados y sostenidos por una varilla horizontal no obstruyen para nada su apertura.
-¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh!




- Lo mismo acá, pero una de las hojas no se abre por el mueble que se le apoya. Entonces: un visillo sube con una cinta que lo frunce, y el otro se aparta con una abrasadera. ¿Qué tal?
-¿Es lo que vos llamabas funcionalidad? ¡Genial! A ver Coqui, si aprendí la lección?
Repasemos:
Los sistemas que mejor se adaptan a cada ventana son:

PLISADAS: De sistema horizontal, cuando se accionan forman pliegues verticales que tamizan y difunden con calidez la luz. Se pueden hacer en crepe o black out, y con tratamientos antipolvo y que reflejen la luz solar.
A TENSORES: Un sistema moderno, y con telas livianas, sin gran elaboración se logran cortinas rápidas e informales. Para ventanas pequeñas y exteriores, y géneros livianos que se cuelgan mediante broches o presillas. El tensor debe sobresalir por los costados de la ventana.
CON RIELES: Las más clásicas, pero modernizadas. Aptas para cualquier ventana y las telas más pesadas, se prestan especialmente para salas, y dormitorios. Con rieles de plástico o metal, y de doble o triple riel para colgar cortinas superpuestas cuando el espacio es grande y el cortinado puede lucirse.



PANELES ORIENTALES: Corren por guias en la parte superior y tienen contrapesos en la parte inferior. Telas: todas. Especiales para habitaciones con poca luz y ahorrar el máximo espacio.




BARRALES: Los hay de diferentes materiales como madera, cano, plástico, etc. En general, se usan cuando se desea hacer visible el sistema de suspensión de las cortinas.
Telas: todas, desde el voile hasta el terciopelo. Con barrales dobles, doble cortina. ¡Quedan muy bien!




ROLLER: El más utilizado porque ocupa poco espacio y se puede colocar en la pared o en el techo.  Cada vez se presenta en más variedad de telas. Por lo general se usa el black out, pero también el screen, las hay de PVC y de fibra de vidrio. Esta malla, a diferencia del black-out, permite graduar el paso de luz. Acá. rollers tipo esterilla.




ROMANAS: De sistema vertical, se pliegan de horizontalmente controlando cuanto se la quiere elevar. Con o sin varillas horizontales cambia el efecto de su plegado. Quedan muy bien solas o como complemento de otro sistema. Telas: algodón, bengalina, black-out y panamá. Estas romanas abuchonadas ayudan a que la habitación no parezca tan pequeña, pues continuan el entelado de paredes y sofá.



 
Las cortinas romanas ahora tienen una versión minimalista, plegadas por varillas.





-Así es, Clarisa. ¡Hoy estas con todas las luces encendidas!
-¿Verdad? Pero estoy agotada, Coqui. ¿Hay más?
-Y... en la haute couture hay tanto para ver y probar. Pero la seguimos otro día. ¿dale?
-O.k. Coqui.  Creo que voy a elegir cortinas tipo roller, lo más práctico para mujeres que no se quieren "enrollar".
-¿Y todo lo demás que aprendiste qué? Las dobles cortinas, las pasamanerías, los composees de motivos, etc., etc.?
-...............
-Sos incorregible Clarisa. No creo que pueda resistirte como interior-design
-¿Te parece? 







 

sábado, 24 de enero de 2015

Pintar una casa según el color del piso es como vestirse según el color de la piel

Acabo de mudarme. Hace 5 meses me fui de mi antiguo, hermoso y céntrico departamento art-deco a una vetusta casa suburbana estilo inglés. ¡Sí, un giro de 180 grados! ¡Y cuánto trabajo!
Estaba harta del ruido y el trajín de la ciudad, el depto nos quedaba un poco chico y además hacía 25 años vivíamos allí, un record para estos tiempos siempre breves: necesitabamos un cambio.
Buscamos una pequeña casita en los alrededores de Buenos Aires, a orillas del río, en uno de esos barrios donde todo el mundo parece vivir de vacaciones.


No es esta: se le parece un poco... ¡me gustaría!.. podría quedar así... porque la nuestra tiene paredes lisas (estas son de ladrillo pintado) y una escalerita de acceso con mucho encanto y un pequeño jardín delantero y en general, un estilo sobrio, discreto o austero, o como le digo yo "inglés lavado"

¡Y aquí estoy! aunque no de vacaciones. ¡Tantas son las cosas que tengo por hacer. Tantas las cosas por pensar cómo hacer!
Es el turno de la pintura. Gran tema. Pero mi amiga aguafiestas, buena persona y con un gusto exquisito, aunque siempre negativa, lo domina.
¡NO te entusiasmes con un color! -aulló.
-¿Qué me estas diciendo?
- Que el color de la pintura es el más fácil ( y económico) de adaptar a todo lo que ya tenés: pensá en el color de tus alfombras, muebles, revestimientos....¡pisos!
- ¡Qué difícil! -suspiré.
-No tanto. (Ahí le salió la buena persona) Empecemos por los pisos: ¿de qué color son?


¿Mi amiga creerá que yo vivo en el Palacio Margarita? el que compró Francis Ford Coppola para transformar en este lujoso hotel donde la pintura, los motivos, los estilos ¡combinan con mucha elegancia!

- Los míos -musité apenas- son de madera: ¿qué dificultad pueden tener?
-¿De madera clara, mediana u obscura? dijo mi amiga con tonito superior.


madera clara
                                

madera mediana


madera oscura (obscura, según mi amiga aguafiestas)
- Son de pinotea -respondí humildemente.
-¡Ah! Madera rubia. ¿tendiendo a amarillo o rosado?
- Y... y... ¡me parece que a naranja!
-¡Son pisos canela! se alegró de agregar una palabra a mi léxico estético y tomando su colección de revistas pasó a disertar:

"Con maderas claras los tonos pasteles iluminan, suavizan, aclaran. Pero si querés que queden muy bien hacé que contengan algo de azul ¡jamás cálidos como el rosado o naranja, querida! "



"Este es un clásico. La gran Charlotte Moss hace siempre lo que hay que hacer. Combinó la madera rubia con bastante blanco y el azul de los platos, una pintura celeste con un toque de verde, agregó bastante verde con los cuadros, más madera y dorado en sus marcos, y como el contraste del verde y el azul son los rojos, los desparramó un poquito con las flores y el estampado de almohadones y asientos. Un poco de negro en los delgados muebles del comedor porque con blanco y azul siempre queda bien...¿Ves que no es difícil?"


-Psé, ajá.


Los pisos claros van muy bien con los tonos pasteles, sobre todo celeste. Pero aquí -¡siempre tiene un pero!- ves un rosado que con bastante blanco se aliviana y suaviza mucho.
-Mmmmmmm.... alcancé a decir, y como adivinándome el pensamiento aceleró:


Madera clara  y blanco, un clásico aceptadísimo. ¿Pero no vas a pintar de blanco, que es tan obvio habiendo tantos colores, no? Es mil veces preferible el marfil. Mirá esto:


"Con el piso de madera clara, las paredes en marrón claro, beige, crema, vainilla, tiza, o como quieras llamar a esas variedades del blanco que tienen algo de marrón o amarillo, suman. Aquí se pintaron en blanco marfil cortado con negro en puertas, alfombra y otros pequeños detalles como la luz y marco del espejo. Los muebles van del beige al marrón, hay brillos plateados y dorados y toques en naranja y azul, que son complementarios: ¿qué te parece?"
 
-¡Me encanta, es personal y a la vez relajado! Pero... ¡fácil, lo que se dice fácil, no es! Combina más de 3 colores, lo cual... ¡le da mucha complejidad a la decoración, es sólo para expertos!
-¡Bueno, esa es mi intención! ¡Que tu casa sea la de una experta!


 ¡Quizás la gran Charlotte te convenza! Los bronces y amarillos activan el brillo de la madera. Y aquí se refuerzan con detalles que van del naranja al dorado, ¡pero...! ¡siempre hay un pero, linda!
Moss interpone entre el piso y la pared dorada un ancho zócalo con un treillage marfil a través del que vemos el espejo plateado "cortando" con su frío lujo los tonos cálidos. ¿No es una genia?
 
 -¡Me dejás muda! Sólo que...
 
¿Y este? Para un estilo modesto o clásico, si el piso es claro queda fantástica la pared del mismo color varios tonos más alto. El marrón oscuro da abrigo y tranquilidad. Con una ventana pequeña y sin mucha luz natural la habitación podría resultar muy lúgubre, pero el zócalo alto y mucho más claro..." Sí, sí sí - digo-, como en la foto anterior, la "levanta",  aunque éste esta hecho con molduras y pintura blanca.
 



¡Así es! ¿Ves este living de Javier Castilla? ¡Maestro! Es casi un "total white", pero -¡siempre hay un pero! aseguró la muy aguafiestas- la sombra de las molduras le da profundidad a la brillantez. Contrastan un sillón azul y otro negro junto con las mesitas. ¡Mirá los detalles en plata que iluminan el blanco! y el bronce y el naranja acentúan el amarillo del piso y, por si eso fuera poco, son complementarios del azul!"

-¡O sea que es un total white no tan white!
- Efectivamente alumna, el NO es la palabra para que las cosas no se desmadren! 


" Este total white NO es blanco total: tiene su gracia. ¡El blanco demasiado igual es bastante insulso, en él NO se distingue nada de nada! ¡Y obviamente NO podés tener en una habitación blanca un piso amarillo y mucho menos color cereza o marrón! Quizás por eso el piso encalado vuelve, porque está buenísimo para combinar con paredes en tonos claros y mantener la uniformidad de los ambientes minimalistas: una manera de reducir estímulos y borrar límites, ampliando visualmente las habitaciones.

El encalado blanco de la madera vuelve y notarás que este NO es un mid-century de los años 50. Probablemente sea de los 80, por el mix de estilos y su rusticidad! NO es para nada ortodoxo NI sequiera como vintage, pero esta muy bien igual. ¿Cierto?"
Mi amiga es demasiado detallista, o quisquillosa, o para ser clara, aguafiestas. Mas callo; sí: callo.
Siempre tiene un pero, pero en este caso me esta dando "una flor de manito", o sea una ayuda muy grande. Y continúa impertérrita haciendo gala de su sapiencia:
"- Con maderas medianas jamás uses naranja o rojo -saturan con demasiada calidez-.

¿Querés estímulo con pisos medianos?  ¡Mejor que el rojo NO hay!



¡Pintar las paredes con colores cálidos vuelve vibrante la habitación, mientras que como ves, el azul la refresca! Aquí tenés piso de madera mediana con marcos azul petróleo ( o sea: con un levísimo toque de verde) y empapelado  turquesa, que no deja de ser un celeste verdoso. Cuanto más rojizo es el piso, más verde admite el azul porque compensa el rojo y otorga equilibrio. Cuanto más amarillo sea el piso, más blanco podés mezcar en el azul!"
 
Madera mediana, un gris claro que funciona muy bien como neutro, y unos toques de rojo sobre fondo negro: los almohadones que agregan la chispa que requiere el lugar.
 
Muda, trato de digerir tooooooooda la info.

Charlotte Moss.
Y mi amiga sigue: "Los tonos de verde o azul refrescan, ¡ y los grises claros con matices verdes o azules con un piso de madera mediana son geniales!
Ahora, si querés un efecto ¡woooooow!, usá chocolates y marrones oscuros. Al piso le sacarán sus virtudes ocultas. Eso sí: con un piso defectuoso NO los uses, NO y NO!"
- ¿Y quien pensó en usarlos? Yo NO. Respondo como una alumna modelo.

"Nicky Haslan, con enormes molduras blancas que me traen remisniscencias de Dorothy Drapper, pone audacia y saca luz a la madera usando marrón chocolate. ¿No te parece maravilloso? ¡Claro que la madera esta impecable!
 

En cambio los colores otoñales se ven magníficos con el piso mediano, verde, ocre, borgoña o cobre... El color del piso tiene la suficiente profundidad como para resaltar con esos tonos. Pero si tu piso es muy hermoso cuidado con los colores demasiado brillantes: capturan el ojo que nunca llega a ver el suelo!

Ahora -me aclara-, con maderas oscuras los verdes menta y salvia son ideales, y el gris funciona como un neutro glorioso.

Otra vez  el espejo, sirve como un blanco, para "enfriar" y aclarar la madera oscura.
El gris claro de las sillas resulta muy elegante con el piso oscuro. Y las flores dan brillo y vivacidad al ambiente, que se vería demasiado sobrio sin ellas. 

 
El rojo reaviva este ambiente austero, su dosis es moderadísima, medida, ideal



Los azules y verdes con madera oscura quedan bastante austeros, pero NO está mal, ¿no es cierto?"
Confieso que nunca pondría tantos colores oscuros en casa, salvo que tenga ventanas y luz por todos lados... ¡entonces sí!




Bien pensado! Vas aprendiendo, amiga. Esta pared gris clara, con los dorados, los amarillos y plateados, el blanco, iluminan el piso, esa plana obs-curidad.
Un piso muy oscuro no apaga el ambiente si los colores irradian luz, como en esta sala de Albert Hadley


Y más: cuando toda la ambientación es en colores muy claros, si el piso también lo fuera, todo parecería flotar en un espacio ingrávido. Albert Hadley lo sabe y por eso  "ancla" los muebles sobre un piso pintado de negro, le da realidad."
Ajá. ¡Qué astuto! Pienso que el hombre maneja los colores a su antojo, pone este aquí y el otro allá sin hacerse demasiado problema...

"El genial Albert Hadley pintó el piso con un impactante motivo "Chevron" que alterna madera blanca, clara y oscura, otorgando caracter a esta sala marfil y absolutamente standar. Los almohadones con rayas de distinto grosor acompañan muy bien ¡y listo! ¡es todo lo que hay! ¡Pero qué diferencia logra!  
 
- Sí -digo-, tanto que:

Al modo de Hadley, Miles Redd pintó este piso con el motivo "Crevron", que esta volviendo y de minimalista NO tiene nada. Pero con un piso que ya no vale una lágrima ¡adelante! Y si te gusta, ¡adelante! Complejiza la deco, aunque el empapelado aquí ya está bastante cargado.. Aunque pensandolo bien: quizás hubiera perdido el equilibrio con un piso muy liso. Por otro lado... ¡ahorras en alfombras, que NO es poco!   
-"La lección terminó", dice ahora
- Justo que comenzaba a interpretar e interesarme -chillo- en el círculo cromático, los contrastes, armonías y complementarios, y todas esas pocas reglas que vale respetar tanto cuando te vestís como cuando pintás una casa: ¡jamás se me hubiera ocurrido vestirme de blanco con mi piel ultratransparente! Y lanzo esa frase como un gran final.
-"¡Mentirosa! te vi, vi tu camisa de níveas puntillas sobre tu silla, preciosa, pero NO deberías permitirtela ni para recibir una medalla en un acto académico."
Mordí mi lengua otra vez porque... ¡Es una aguafiestas! ¡Y para peor tiene razón!